Clasificación
de los huesos
En
función de su forma podríamos clasificar los huesos en largos,
cortos, planos e irregulares.
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Los huesos largos son huesos duros y compactos que proporcionan
resistencia, estructura y movilidad, como el fémur (del muslo). Un
hueso largo tiene una diáfisis y dos extremos. Asimismo,
hay huesos en los dedos de las manos que se clasifican como "huesos
largos", aunque sean cortos. Esto se debe a la forma de los
huesos y no al tamaño real. Además estos huesos contienen médula
ósea amarilla y médula ósea roja, las cuales producen las células
sanguíneas.
1.Huesos
largos del fémur.
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Los huesos cortos tienen la forma aproximada de un cubo, contienen en
su mayoría hueso esponjoso y están localizados en las manos y en
los pies. La superficie exterior de estos huesos está conformada por
una capa delgada de hueso compacto. La rótula también se considera
un hueso corto.
2.Huesos
cortos de la mano.
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Los huesos planos, como por ejemplo el cráneo y las costillas, están
compuestos de una capa de hueso esponjoso entre dos capas delgadas de
hueso compacto. Su forma es aplanada, no redondeada. Tienen médula,
pero no una cavidad de médula ósea.
3.Huesos
planos de escapula y cráneo.
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Los huesos irregulares están compuestos de tejido óseo esponjoso
cubierto por una delgada capa de tejido óseo compacto. Todos los
huesos irregulares difieren unos de otros en cuanto a tamaño y
forma, aunque algunos de ellos pueden coincidir entre sí en la
función que cumplen.
4.Hueso
irregular del sacro.
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Un hueso sesamoideo es un hueso pequeño y redondeado incrustado en
un tendón
sometido a compresiones
y la
fuerzas
de tensiones
habituales. Los huesos sesamoideos se encuentran en diversas
articulaciones
del cuerpo actuando
como polea para los tendones.
5.Articulación
de la rodilla.
6.Clasificación
de los huesos.